El significado de ética es difícil de definir, y la vista que muchas personas tienen acerca de la ética son inestables. Muchas personas tienden a equiparar la ética con sus sentimientos. Sin embargo, el ser ético no quiere decir de forma clara que sea una cuestión de llevar a cabo o seguir nuestros sentimientos.
Además, se dice que un individuo que realiza este seguimiento de sentimientos, tiende a alejarse de las cosas que están correctas. Es más, esos mismos sentimientos son los que comúnmente se ven alejados de los ético.
Tampoco hay que identificar la ética con la religión. La mayoría de las religiones, por supuesto, abogan por altos estándares éticos. Sin embargo, si la ética se limitara a la religión, entonces la ética se aplicaría únicamente a las personas religiosas. Pero la ética se aplica tanto al comportamiento de los ateos como a la de la persona religiosa devota.
La religión puede establecer altos estándares éticos y puede proporcionar motivaciones intensas para el comportamiento ético. Ética, sin embargo, no se debe limitar a la religión ni es lo mismo que la religión.
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La ética
¿Qué es la ética?
En su forma más simple, la ética es un sistema de principios morales. Afectan a cómo las personas toman decisiones y conducen sus vidas. La ética se ocupa de lo que es bueno para los individuos y la sociedad, y también se describe como la filosofía moral.
El término se deriva de la palabra griega ethos que puede significar la costumbre, hábito, carácter o disposición.
La ética cubre los dilemas de cómo vivir una buena vida, nuestros derechos y responsabilidades, en términos del bien o el mal y las decisiones morales de lo que es bueno y malo. Nuestros conceptos de ética se han derivado de las religiones, las filosofías y culturas. Infunden debates sobre temas como el aborto, los derechos humanos y la conducta profesional.
¿De qué sirve la ética?
Si las teorías éticas son de utilidad en la práctica, tienen que afectar de alguna manera cómo los seres humanos se comportan. Algunos filósofos piensan que la ética sí lo hace.
Ellos argumentan que si una persona se da cuenta de que sería moralmente bueno hacer algo, entonces sería irracional para esa persona que no lo haga. Pero los seres humanos a menudo se comportan de manera irracional que siguen su ‘instinto’, incluso cuando su cabeza sugiere un curso de acción diferente. Sin embargo, la ética sí proporciona buenas herramientas para pensar acerca de cuestiones morales.
La meta-ética
La meta-ética es la rama de la ética filosófica que pregunta cómo entendemos, sabemos, y lo que queremos decir cuando hablamos de lo que está bien y qué está mal. Una cuestión ética que pertenezca a una determinada situación práctica, tales como, «¿debo comer esta pieza en particular de pastel de chocolate?» No puede ser una cuestión metaético, más bien, se trata de una cuestión ética aplicada.
Una pregunta metaética es abstracta y se refiere a una amplia gama de cuestiones prácticas más específicas. Por ejemplo, «¿Alguna vez es posible tener conocimiento seguro de lo que está bien o mal?» Es una cuestión de meta-ética.
La ética no da respuestas correctas
La ética no siempre muestra la respuesta adecuada a los problemas morales. De hecho, cada vez más gente piensa que para muchas cuestiones éticas no hay una sola respuesta correcta, sólo un conjunto de principios que pueden aplicarse a los casos particulares a ofrecer a los agentes algunas opciones claras. Algunos filósofos van más allá y dicen que todas las éticas pueden hacer es eliminar la confusión y aclarar las cuestiones. Después de eso, le toca a cada individuo para llegar a sus propias conclusiones.
