Se conoce como enlaces químicos a la unión que existe entre dos o más átomos para formar una entidad superior, que puede ser otra molécula o una estructura cristalina. El compuesto que resulta de la formación de enlaces químicos es química y físicamente diferente a los átomos que le dieron origen.
Cuando ocurre la unión de los átomos, hay un balance favorable de energía, los electrones se redistribuyen de tal manera que la energía total del conjunto formado es menor que la contenida en cada átomo separadamente.
La formación de los enlaces químicos depende de la distancia internuclear entre los elementos recombinantes, siendo prácticamente nula cuando es muy grande y aumenta a medida que los átomos se aproximan. Durante la ocurrencia del enlace químico la energía alcanzada es mínima y corresponde con el momento en el cual se sucede el solapamiento de los orbitales 1S de los átomos de hidrógeno.
Cuando la distancia entre núcleos es menor a la requerida para el enlace, los núcleos y las zonas de densidad de carga negativa se repelen y desencadenan la desestabilización del sistema por aumento del nivel energético. La medida de la capacidad de un elemento para formar enlaces se denomina Valencia, y corresponde al número de átomos de hidrógeno con que se combina un elemento, por ejemplo, en el oxígeno es 2, pues se une a 2 átomos de H.
Por otra parte, los Electrones de valencia se refieren al número de electrones que se comparten en las uniones químicas, los cuales se acomodan en la capa de valencia o capa más externa del átomo. El conocimiento de los enlaces químicos nace en 1.916 con la Teoría de Lewis, la cual explica su formación a través de la Regla del octeto.
Esta regla refiere que “Cuando se forma un enlace químico, los átomos comparten electrones de tal manera que cada átomo tenga 8 electrones en la última capa y tengan así la estructura atómica del gas noble más cercano en la tabla periódica.
La forma de representar un enlace o Símbolo de Lewis es a través del diagrama de puntos, los cuales indican el número de electrones de valencia de un determinado elemento químico. En general, el Símbolo de Lewis consiste del símbolo del elemento rodeado de tantos puntos como electrones de valencia contenga en la última capa de valencia
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Tipos de enlaces químicos
Enlace iónico
Se constituyen como consecuencia de la atracción electrostática entre los iones, tal como ocurre en la combinación entre elementos metálicos y no metálicos.
En este tipo de enlaces se establece que uno de los átomos cede sus electrones y el otro los recibe, como consecuencia de la diferencia entre sus cargas, pues uno está cargado positivamente y el otro negativamente.
Enlace metálico
Ocurre por la compartición colectiva de electrones entre los átomos, pues se asume que los electrones se encuentran fuera de lugar en la red cristalina, favoreciendo la unión de los átomos a larga distancia.
Enlace covalente
Es aquel que se forma cuando entre átomos se comparten pares de electrones, tal como ocurre entre elementos no metálicos.
Un enlace covalente puede considerarse iónico cuando ocurre un desplazamiento parcial del par de electrones como producto de la baja polaridad entre los átomos.
Por lo tanto, cuanto mayor sea la diferencia de electronegatividad entre los átomos, mayor es la polaridad entre ellos y por lo tanto aumenta el carácter iónico del enlace.
Linus Paulin, Premio Nobel de Química en 1.954, cuando la electronegatividad alcanza 1,7 el enlace que se forma es 50% iónico. Si es menor es covalente.
